Por David Omar Hernández Aguilar
"Macario" del gran director mexicano Roberto Gavaldón ("En la palma de tu mano") se estreno un 9 de junio de 1960 e hizo historia al convertirse en la primer película mexicana en ser nominada al Premio de la Academia (Oscar) a mejor película extranjera. "Macario" es considerada como una de las máximas joyas del cine nacional mexicano, representando lo mejor del cine mexicano de su época: grandes actores (con trabajos impecables), excelentes valores de producción (especialmente su hermosa fotografía y cuidada dirección de arte) y sobre todo por su excelente dirección e historia.
La cinta escrita por Emilio Carballido y el propio Roberto Gavaldón, esta basada en la novela homónima de Bruno Traven y también en el cuento de los Hermanos Grimm "La Muerte Madrina". La historia, ubicada en el México Virreinal, sigue a Macario, un humilde campesino y leñador que tiene una devota esposa llamada Felipa y varios hijos, lo que ha hecho que viva en una precaria situación económica, en donde el hambre es una constante en su vida y la de su familia. Después de una visita al pueblo más cercano durante la víspera del Día de Muertos, Macario ve la opulencia con la que algunas familias festejan la celebración, incluyendo los grandes banquetes. Así cansado de siempre comer frijoles, Macario decide no probar ni un solo bocado hasta que pueda comerse el sólo un guajolote entero. Angustiada, Felipa se las ingenia para cumplirle su deseo a Macario, quien se adentra en el bosque para disfrutar de tan suculento platillo, pero que lo llevaría a tener un encuentro único que le cambio la vida, se topo con la misma muerte.
La muerte en agradecimiento le da un valioso regalo a Macario, advirtiéndole que debe usarlo con sabiduría y humildad, algo que Macario no puede lograr, pero no hay duda que este regalo de la muerte le termina cambiándole la vida tanto para bien, como para mal. Así, esta película fusiona de manera esplendida la realidad con la fantasía, esto principalmente gracias al trabajo de sus guionistas, Emilio Carballido y Roberto Gavaldón, quienes se esforzaron por lograr un guión equilibrado, en donde las excelentes escenas donde se adentra al mundo del más allá se entrelazan de manera organica con la dura realidad de Macario, con lo cuál los guionistas siempre mantienen un relato verosímil. Gracias a su excelente trabajo de guión, a pesar de ser una película de época y haber sido realizada hace 60 años, aún sigue vigente, lo cual hace más interesante y le da un valor especial.
El trío protagonista: Ignacio López Tarso como Macario, Pina Pellicer como Felipa y Enrique Lucero como La Muerte, son el núcleo central de la película, además de ser el soporte emocional y narrativo de la historia, sobre ellos descansa la cinta. El gran Ignacio López Tarso no encarna al clásico arquetipo del campesino humilde y de cierta manera ingenuo que había retratado hasta ese momento el cine nacional, su Macario se cuestiona su realidad y la sociedad en donde vive, e incluso reniega de ellas, López Tarso crea un personaje tridimensional, un héroe poco tradicional que comete errores y que tiene que pagar las consecuencias. Por su parte Pina Peciller como la esposa de Macario es un personaje atípico para el cine nacional de su época, ella representa el pilar de la familia, una mujer que a pesar de su situación económica es fuerte y en varias ocasiones es la voz de la razón para su esposo , un personaje activo para el relato y no un mero espectador.
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De esta manera "Macario" se ha coronado con el paso del tiempo una de las mejores cintas de nuestra cinematografía, curiosamente poco valorada en el país al momento de su estreno, pero muy comentada y premiada a nivel internacional. El tiempo se ha encargado de hacerle justicia en su propio país y darle los honores que merece. En este largometraje Gavaldón aprovecha su historia para habla sobre la muerte, la desigualdad, el fanatismo, la cultura mexicana, la inocencia y la avaricia. Además de contar con escenas que se han quedado grabadas en el imaginario colectivo del mexicano, com aquella famosa escena dentro de las grutas de cacahuamilpa, en donde Macario entra a al mundo del más allá y la Muerte le da una ultima y valiosa lección. con una puesta en escena impecable y una maravillosa cinematografía a cargo de Gabriel Figueroa, lo que le da a Macario identidad propia y llena la pantalla de imágenes visualmente hermosas.
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